Los Cuatro Grandes Llamados del Pueblo de Dios
El Núcleo Interior de un Discípulo de Jesucristo
(English & Español)
by Raimer Rojas
(English & Español)
by Raimer Rojas
Desde Génesis hasta Apocalipsis, Dios revela cuatro grandes llamados que definen la vida de Su pueblo. Estos llamados no son opcionales—forman la columna vertebral bíblica de lo que significa conocer a Dios, caminar con Él y participar en Su obra en el mundo. Juntos moldean quiénes somos, cómo vivimos y qué hacemos como discípulos de Jesucristo.
Nuestro Llamado Relacional — quiénes estamos llegando a ser
Texto bíblico: Deut. 6:5; Lev. 19:18; Mat. 22:37–40
Jesús enseñó que el mandamiento más grande de Dios es el amor. Este llamado forma la vida interior de todo discípulo.
Estamos llamados a:
Amar a Dios con todo nuestro ser
Amarnos a nosotros mismos con el amor con el que Dios nos ha amado
Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos
Jesús dijo que “toda la Ley y los Profetas dependen de estos mandamientos”, es decir, definen la actitud del corazón detrás de todo lo que hacemos.
Lo que este llamado forma en nosotros:
Nuestra identidad y valor
La postura de nuestro corazón
Cómo nos relacionamos con los demás
Nuestras motivaciones para obedecer
El amor es la raíz y el centro del discipulado—todo fluye de ahí.
Nuestro Llamado Creacional — cómo administramos el mundo de Dios
Texto bíblico: Génesis 1:28; 2:15; 9:1–7
Mucho antes de la caída, Dios le dio a la humanidad una misión: cultivar, administrar, ordenar y multiplicar Su bondad en el mundo.
Estamos llamados a:
Ser fructíferos — producir y traer bien
Multiplicarnos — expandir la bondad
Llenar la tierra — extender la bendición de Dios y reflejar Su imagen
Someter y administrar la creación — cultivar el potencial y formar comunidades que florezcan
Trabajar y cuidar — proteger y desarrollar lo que Dios nos ha confiado
Este mandato nunca quedó obsoleto. Dios lo reafirma después del diluvio y aparece en toda la Biblia en temas de administración, creatividad, trabajo, liderazgo y responsabilidad social.
Lo que este llamado forma en nosotros:
Nuestro trabajo y vocación
Nuestra presencia y participación en la sociedad
Cómo construimos familias, equipos y comunidades
Cómo creamos ambientes de vida, orden y bendición
Cómo guiamos y asumimos responsabilidad
El Mandato Cultural es el llamado formativo—los discípulos ayudan a traer el orden, la belleza y la bendición de Dios a cada área de la vida.
Nuestro Llamado Ético — cómo vivimos el corazón de Dios en el mundo
Texto bíblico: Miqueas 6:8
Dios resume lo que espera de Su pueblo en tres mandatos simples pero profundos:
Estamos llamados a:
Hacer justicia — actuar correctamente y proteger al vulnerable
Amar la misericordia — extender compasión, perdón y bondad constante
Caminar humildemente con Dios — vivir rendidos y obedientes, con Cristo como Rey
Este llamado está en la intersección entre carácter y acción, uniendo el amor del Gran Mandamiento con la administración del Mandato Cultural.
Lo que este llamado forma en nosotros:
Nuestra integridad y compasión
Cómo tratamos al pobre, herido o marginado
Cómo lideramos con humildad
Cómo tomamos decisiones relaciones y éticas
El Gran Requisito es el llamado al carácter—los discípulos encarnan la justicia, misericordia y humildad de Dios en la vida diaria.
Nuestro Llamado Misional — cómo multiplicamos discípulos
Texto bíblico: Mateo 28:18–20
Jesús da a Sus seguidores un mandato global que renueva y expande el propósito original de Dios para la humanidad.
Estamos llamados a:
Hacer discípulos de todas las naciones
Bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Enseñarles a obedecer todo lo que Jesús mandó
Ir en la autoridad y presencia del mismo Jesús
Este llamado retoma el Mandato Cultural y lo convierte en un movimiento espiritual que multiplica personas que reflejan la imagen de Cristo.
Lo que este llamado forma en nosotros:
Cómo compartimos el evangelio
Cómo discipulamos a otros de manera relacional
Cómo entrenamos líderes
Cómo extendemos el Reino a cada lugar y pueblo
Cómo edificamos prácticas de fe simples y reproducibles
La Gran Comisión es el llamado a la multiplicación—los discípulos hacen discípulos que hacen discípulos.
Estos cuatro llamados no son tareas separadas—forman una visión integral para seguir a Jesús:
El Gran Mandamiento forma el corazón del discípulo
El Mandato Cultural forma el trabajo y la administración del discípulo
El Gran Requisito forma el carácter del discípulo
La Gran Comisión forma la misión del discípulo
Juntos definen la identidad y propósito del pueblo de Dios:
Un discípulo conoce y ama a Dios profundamente, ama bien a los demás, administra la vida con fidelidad, camina en justicia y humildad, y multiplica la vida de Jesús en otros.
Este es el plano bíblico de un discípulo integral de Cristo.