Padre Dios, recupero y limpio todos los dones y llamamientos que me diste desde el momento en que me formaste en el vientre de mi madre.

Devuélveme ahora todos los dones, llamamientos y unciones, lavados en la sangre del Cordero, para que pueda vivir plenamente mi destino único y especial con Tu luz y Tu vida palpitando dentro de mí.

Espíritu de Verdad, sé Tú mi filtro de ahora en adelante para que sólo vea y sienta todo lo que es bueno y todo lo que es Dios en mí, en aquellos a quienes estoy ministrando y en las circunstancias y situacionesen las que me enfoco.

Te pido que solo vea y sienta lo que necesito y que tenga un discernimiento piadoso sobre cómo administrar siempre Tu luz, Tu vida y Tu amor.

Te pido quer me mantengas firme en mi identidad como un precioso hijo de Dios, abundantemente equipado con toda provisión para hacer Tu voluntad y Tu obra aquí en la tierra. Te  pido que nunca más permitas que el enemigo se acerque a mí y para robar, matar y destruir mi identidad, mi destino o la plenitud de mi herencia piadosa.