ARREPENTIRSE

Padre Dios, me arrepiento de dudar de Tu amor por mí. También me arrepiento de no creer que realmente me has perdonado y que la sangre de Jesús me ha limpiado de todo pecado, de toda culpa y de toda vergüenza de mi pasado. Santo Dios, me arrepiento de escuchar y estar de acuerdo con la voz del “acusador” diciéndome que soy una mala persona, que estoy sucio/a y que no soy digno de venir a recibir Tu amor.

RENUNCIAR

Aquí hoy, renuncio a la culpa, a la falsa culpa y a la vergüenza. Renuncio a la condenación, a la autocondenación y a todo sentido de indignidad. Renuncio a todo espíritu asignado para obrar en mi contra, con culpa, vergüenza y condenación. Renuncio a lo que han hecho para evitar que me convierta en la persona que Dios me creó para ser.

ROMPER

Rompo todos los acuerdos que he hecho con las voces mentirosas de la culpa, la vergüenza, la condenación y la autocondenación. Rompo todas las maldiciones de palabras que he dicho sobre mí mismo. Rompo todos los lazos del alma y todos los lazos generacionales que me han atado de alguna manera a la culpa, la vergüenza o la condenación del pasado. Rompo cada voto, pacto o acuerdo, y todas las palabras de maldición que le darían a estos espíritus algún poder o influencia en mi vida. Todos los espíritus de culpa, vergüenza y condenación, rompo tu poder sobre mí en el poderoso Nombre de Jesús.

Padre Dios, elijo abrir mi corazón para recibir Tu amor incondicional, Tu gracia y perdón, y una liberación total de toda culpa y vergüenza en mi vida. Y, por Tu gracia, también elijo perdonarme a mí mismo, en el Nombre de Jesús.