La mejor analogía que conozco [para la liberación] es ver a los demonios como "ratas" y los problemas emocionales y espirituales como "basura". Los demonios son como las ratas: van por la basura. Lo emocional y espiritual es la basura. Mientras haya basura, es probablemente que haya ratas alimentándose de ella.

Si tenemos basura en nuestras casas, esta atrae ratas. Si queremos deshacernos de las ratas, primero tenemos que ocuparnos de la basura. Si luchamos contra las ratas pero nos quedamos con la basura, las ratas regresarán. Pero si nos ocupamos de la basura, es comparativamente fácil deshacerse de las ratas, aunque por lo general no se van sin ser perseguidas. Los demonios pueden infestar cualquiera de las cosas emocionales y espirituales a las que me refiero como basura.

Quienes practican la sanidad integral a profundidad eligen ocuparse de las ratas antes que de la basura... Rara vez aconsejo esto,  ya que generalmente resulta en duro pelear con las ratas cuando son fuertes. Se requiere más tiempo [y esfuerzo] si se trata con la basura primero. Por el contrario, si se trata primero con las cosas emocionales y espirituales, los demonios se debilitan y, por lo general, se pueden expulsar con poca o ninguna lucha.

Así que elijo tratar primero con la basura, reconociendo que los demonios son un problema secundario. Cuando se trata primero con el problema principal, la basura, los demonios se debilitan tanto que no pueden causar violencia o avergonzar al creyente.