La presentación de este evangelio está diseñada para ayudar a aquellos que no comprenden completamente el evangelio, nunca lo han escuchado o no lo han tomado en serio. Los lleva a reconocer su culpa ante un Dios santo, para que puedan confrontar su pecado y su desesperada necesidad de un Salvador: Jesucristo.

Esta presentación guía a los participantes a través de una serie de preguntas basadas en cuatro de los Diez Mandamientos. Al final, se dan cuenta de que han quebrantado la ley de Dios. Estos pecados, aunque a menudo se consideran insignificantes, en realidad conforman una vida pecaminosa que la Biblia dice que no puede entrar en el reino de Dios.

Cuando los participantes enfrentan esta realidad y el Espíritu Santo los convence, están preparados para escuchar las buenas noticias de Jesucristo, el Hijo de Dios, enviado para rescatarnos.