El Supremo Dador de Significado
Una Meta-Narrativa de la Biblia en una Presentación del Evangelio
PDF: El Supremo Dador De Significado (Presentación del Evangelio) & WEBPAGE: The Ultimate Meaning Maker
por Raimer Rojas
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por Raimer Rojas
Todos anhelamos significado, un sentido de propósito y comprensión en un mundo lleno de dolor, quebranto e incertidumbre. La buena noticia de Jesucristo habla directamente a este anhelo, revelando que Dios, el Supremo Dador de Significado, nos ha creado para una vida con propósito y plenitud en relación con Él. Así es como el evangelio se desarrolla a la luz de este tema:
DIOS > LA HUMANIDAD > JESÚS > NUESTRA RESPUESTA > VIVIENDO EN LA MISIÓN DE DIOS > EL GLORIOSO FUTURO
Dios, el Creador de todas las cosas, trajo orden del caos e infundió a Su creación belleza, bondad y propósito (Génesis 1:1-3). Diseñó el mundo para reflejar Su carácter y creó a los seres humanos a Su imagen para vivir en relación íntima con Él (Génesis 1:26-27). Como el Supremo Dador de Significado, nos dio la capacidad de conocerlo, glorificarlo y disfrutar de Él para siempre.
Tu vida no es un accidente. Dios te creó con significado y propósito, diseñado para florecer en una relación con Él.
Al principio, Adán y Eva vivían en perfecta armonía con Dios. Pero cuando fueron tentados, eligieron rechazar el diseño y la autoridad de Dios para “ser como Dios” (Génesis 3:4-6). Este acto de rebelión, el primer pecado, trajo un cambio catastrófico al mundo. El pecado separó a la humanidad de Dios, perturbó el orden de la creación e introdujo la muerte, el sufrimiento y el quebranto en el mundo.
Vivir apartados de Dios es una mala noticia: nos deja buscando significado en cosas temporales que nunca pueden satisfacer verdaderamente y nos lleva al caos, la rebelión y la desesperación.
El quebranto que experimentamos hoy en nuestras vidas y en el mundo es el resultado del pecado, nuestro rechazo del buen diseño de Dios.
Dios, en Su amor y misericordia, no nos dejó en nuestra rebelión. Envió a Su Hijo, Jesucristo, para restaurar lo que se había perdido y reconciliarnos con Él (Juan 3:16). Jesús vivió una vida perfecta de sumisión y obediencia a la voluntad de Dios, mostrándonos el camino para vivir en relación con el Padre (Juan 5:19). Él es nuestro modelo perfecto de confianza, obediencia y dependencia de Dios.
Pero Jesús no vino solo para ser un ejemplo—vino para ser nuestro Salvador. Tomó el castigo por nuestro pecado muriendo en la cruz, y tres días después resucitó, venciendo el pecado y la muerte para siempre (1 Corintios 15:3-4). A través de Su sacrificio, se nos ofrece perdón y una relación íntima restaurada con el Supremo Dador de Significado.
Jesús es el camino de regreso a Dios. A través de Su vida, muerte y resurrección, nos ofrece esperanza, perdón y el propósito para el cual fuimos creados.
Dios nos invita a responder a Su regalo de salvación arrepintiéndonos—alejándonos de nuestro pecado y de nuestros propios intentos de encontrar significado aparte de Él—y creyendo en Jesús como nuestro Salvador y Rey (Marcos 1:15). Cuando le rendimos nuestras vidas, Él inicia un proceso de transformación en nosotros.
Esta transformación ocurre con el tiempo, a medida que abrazamos los caminos, el tiempo y el liderazgo de Dios en cada parte de nuestras vidas. Él cambia nuestros corazones, renueva nuestras mentes y nos moldea para parecernos más a Jesús (2 Corintios 3:18).
Hacer de Jesús tu Señor y Rey es el camino hacia una verdadera transformación, mientras Dios obra en ti para traerte de regreso a la vida que diseñó para ti.
Cuando seguimos a Jesús y nos parecemos más a Él, Él nos invita a unirnos a Su misión de reconciliar todas las cosas con Él (Colosenses 1:20).
A través del poder del Espíritu Santo, traemos el orden de Dios en medio del caos, la reconciliación en medio de la alienación y Su paz en medio de la rebelión.
Como portadores de Su imagen, ayudamos al mundo a encontrar significado apuntando a Aquel que restaura todas las cosas.
Un día, Jesús regresará como el Rey triunfante, y lo veremos en todo Su esplendor. Como el portador supremo de la imagen de Dios, Él nos restaurará a nosotros y a toda la creación al diseño original que Dios había planeado. Viviremos bajo Su perfecto gobierno, en paz y comunión absoluta, sin más sufrimiento, dolor ni lágrimas. Aquel que entregó Su vida para redimirnos renovará la tierra como la Nueva Jerusalén, donde el pueblo de Dios habitará con Él para siempre (Apocalipsis 21:1-4).
Hasta que llegue ese día glorioso, nuestra misión es clara: como discípulos de Jesús, estamos llamados a vivir como portadores de Su imagen, reflejando Su amor, justicia y misericordia en un mundo quebrantado. De esta manera, participamos en el gran plan de Dios para restaurar Su imagen en nosotros y en toda la creación, cumpliendo finalmente el propósito para el cual fuimos creados.
El plan supremo de Dios es una creación restaurada donde Su pueblo habitará con Él para siempre.
Cómo Responder
Para recibir este regalo de significado y restauración:
Reconoce que has buscado significado aparte de Dios y que el pecado te ha separado de Él.
Cree que Jesús vivió, murió y resucitó para rescatarte y restaurar tu relación con Dios.
Compromete tu vida a Jesús como tu Salvador y Rey, confiando en Él para transformarte y guiarte.
Oración de Respuesta
Si estás listo para volver al Dador Supremo de Sentido, puedes orar algo como esto:
"Dios, confieso que he tratado de encontrar significado aparte de Ti. He pecado al rechazar Tu diseño y elegir mi propio camino. Creo que Jesús vivió la vida perfecta que yo no pude vivir, murió por mis pecados y resucitó para darme una nueva vida. Entrego mi vida a Ti como mi Salvador y Rey. Transfórmame mientras Te sigo, y úsame para ser parte de Tu misión de traer restauración al mundo. Gracias por darle a mi vida su verdadero significado en Ti. Amén."
Conclusión
En Jesús encontramos el significado y propósito que siempre hemos anhelado. ¿Estás listo para volverte al Dador Supremo de Sentido como tu Salvador y Rey, ser transformado por Él y unirte a Su misión de restaurar todas las cosas?