El Evangelio de Su Reino
Un Llamado al Arrepentimiento y a Entrar en Su Reinado Eterno
Una Meta-Narrativa de la Biblia en una Presentación del Evangelio
by Raimer Rojas
Un Llamado al Arrepentimiento y a Entrar en Su Reinado Eterno
by Raimer Rojas
El Evangelio del Reino es la buena noticia de que Jesucristo es el Rey. Él ha venido para restaurar lo que se perdió, gobernar con justicia y traer a Su pueblo a Su dinastía eterna. Pero para entrar en Su Reino, debemos responder—apartándonos de nuestra rebelión y sometiéndonos a Su gobierno. La historia del Reino se puede entender a través de cinco "D's".
DISEÑO > DESAFÍO > DESATAR >DOMINIO > DINASTÍA
1. DISEÑO – Creados para Habitar con Dios
Desde el principio, Dios diseñó a la humanidad para habitar en una relación perfecta con Él. Nos hizo a Su imagen para reflejar Su gloria y ejercer dominio sobre la tierra bajo Su autoridad. Fuimos creados para vivir en Su presencia, bajo Su buen y amoroso gobierno.
"Entonces dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree…’" (Génesis 1:26).
La humanidad caminaba en comunión ininterrumpida con Dios en el jardín (Génesis 2:15-17).
2. DESAFÍO – Rechazando Su Gobierno
En lugar de vivir bajo el reinado de Dios, escogimos desafiarlo. La humanidad se rebeló contra el Rey, buscando autonomía en lugar de sumisión. Esto condujo a la separación, el pecado y la muerte. A causa de nuestro pecado, perdimos nuestro lugar en Su presencia y quedamos bajo la maldición del pecado, sin poder restaurarnos a nosotros mismos.
"Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23).
"La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23).
3. DESATAR – El Rey Viene a Salvar
Pero Dios, rico en misericordia, no nos dejó en nuestra rebelión. Jesús, el Rey legítimo, vino a habitar entre nosotros, rescatarnos del pecado y restaurar Su gobierno. A través de Su vida perfecta, Su muerte sacrificial y Su resurrección victoriosa, abrió el camino para que fuéramos reconciliados con Dios. Jesús nos llama a apartarnos de nuestra rebelión (arrepentimiento) y confiar en Él (fe). A través de Su sangre, recibimos perdón y somos bienvenidos de regreso a Su Reino.
"Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros" (Juan 1:14).
"Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios" (1 Pedro 3:18).
"Arrepentíos, porque el Reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 4:17).
4. DOMINIO – Viviendo Bajo Su Gobierno
La salvación no se trata solo de escapar del juicio, sino de ser restaurados a nuestro propósito original. Aquellos que confían en Cristo ahora viven bajo Su dominio, llevando Su gobierno y reinado a cada área de la vida. Como discípulos suyos, ahora vivimos como embajadores de Su Reino, proclamando Su reinado y haciendo discípulos de todas las naciones.
"Él nos ha librado del dominio de las tinieblas y trasladado al Reino de su amado Hijo" (Colosenses 1:13).
"Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia" (Mateo 6:33).
5. DINASTÍA – Su Reino Eterno
El Reino de Dios está ya presente (a través de la primera venida de Jesús), pero aún no se ha manifestado en su plenitud (hasta Su regreso). Un día, Cristo volverá como Rey, juzgará al mundo y establecerá Su dinastía eterna. Él gobernará sobre toda la tierra. Su Reino es un reino que nunca tendrá fin. Aquellos que han doblado la rodilla ante el Rey Jesús habitarán en Su presencia para siempre, reinando con Él en los nuevos cielos y la nueva tierra. Pero aquellos que rechacen Su reinado enfrentarán una separación eterna de Su presencia.
"Reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su Reino no tendrá fin" (Lucas 1:33).
"Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. Y reinarán por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 22:4-5).
Jesús ofrece perdón, nueva vida y un lugar en Su Reino, pero debemos responder:
Arrepiéntete – Apártate de tu pecado y rebelión contra Dios.
Cree – Confía en Jesús como el único Salvador y Rey legítimo.
Sigue – Vive bajo Su gobierno, como Su discípulo, proclamando Su Reino.
"Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo" (Romanos 10:9).
¿Te rendirás hoy ante el Rey Jesús y entrarás en Su Reino?